Migrando

Artista

Jacqueline Schreier

• Obra original, 2016
  
• Enmarcado

Tamaño

• 52,5 cm de ancho x 52,5 cm de alto x 4 cm de profundidad
• 20,6 pulgadas de ancho x 20,6 pulgadas de alto x 1,57 pulgadas de profundidad

Medio

• Pintura: Acrílico sobre madera.

Envío

• Una caja reforzada.

Autenticidad

• La obra está firmada por la artista Jacqueline Schreier y viene acompañada de un certificado de autenticidad firmado por la artista.

Descripción

En Migrando , Jacqueline Schreier abre una ventana hacia un mundo donde la pintura se expande más allá del plano y los objetos adquieren vida propia. La obra nace, como confiesa la artista, de un proceso casi intuitivo: mientras trabajaba en una instalación sobre la migración de las aves, comenzó a cortar finas láminas de cobre y latón con unas simples tijeras. Aquellas figuras planas —demasiado ligeras para convertirse en esculturas independientes— tenían, sin embargo, una fuerza poética inesperada. Ante ese hallazgo, decidió crear un fondo pictórico en acrílico que diera sentido a aquellas formas en vuelo. Así surgió esta pieza híbrida, situada entre la pintura, el collage escultórico y una pequeña instalación mural.

Curatorialmente, Migrando se inscribe en el territorio de la técnica mixta expandida, donde el soporte —una base de madera— se convierte en escenario de un diálogo entre texturas: la materia vibrante del acrílico, el brillo liso y reflectante del metal, y la presencia física de las aves recortadas que se proyectan en el espacio. El fondo azul profundo, casi nocturno, se entreteje con motivos gráficos que evocan vegetación. Schreier juega —como es habitual en su obra— con la ambigüedad temporal: ¿es una escena diurna o nocturna? ¿Vuelan las aves hacia la luz o hacia el sueño? La artista combina sol, luna, oscuridad y claridad como personajes simbólicos, elementos que se deslizan entre realidad, metáfora y ensoñación.

Con un estilo que coquetea con el dadaísmo, la ilustración contemporánea y la poética del collage, Migrando es una pieza figurativa que también explora la libertad del recorte, del gesto manual y del ensamblaje. Las aves, recortadas en metal, parecen flotar sobre el fondo, generando un sutil efecto tridimensional que activa la mirada. La obra refleja el interés de Schreier por las pequeñas esculturas, el uso de tijeras como herramienta creativa y su capacidad para transformar materiales cotidianos en un paisaje alegórico.

Enmarcada en madera negra, la obra mide 52,5 × 52,5 × 5 cm (la pieza sin marco: 50 × 50 cm). Está firmada por delante y por detrás, subrayando la importancia del proceso artístico en su totalidad.